MI AUDIOVISIÓN DEL “ASUNCIÓN JAZZ FESTIVAL, EDICIÓN 2011” (Sáb.19 y Dom.20 de abril de 2011)
Introducción
“Music for my ears!”, (“música para mis oídos”, en inglés) es una expresión utilizada cuando alguien quiere expresar que lo que le están ofreciendo, o lo que está experimentando, le resulta de gran gratificación y goce personal (en el sentido espiritual, o estético, cultural, o cualquier otra actividad que mejore la vida de uno, etc.). En el caso de este Festival, la expresión no podía ser más atinada ya que hemos disfrutado (los que asistieron, los intérpretes y yo) escuchando lo MEJOR del jazz paraguayo (en mi caso, también disfrutado por haber tocado, y haber compartido con antiguos amigos colegas jazzistas del país, y con nuevos valores jóvenes, y con muchos ex alumnos, hoy en día convertidos en excelentes profesionales momentos muy cálidos y gratificantes, algo bastante usual en el mundo del jazz). Además, el lujo y gusto de tener al lado nuestro compartiendo el escenario a dos figuras internacionales del jazz: El guitarrista argentino Ricardo Pellican, y el argentino-abrasilerado (vive en Brasil mucho más de tiempo de lo que vivió en su natal Argentina), el saxofonista/clarinetista/compositor/arreglador Héctor Costa (“Costita”).
Mi agradecimiento a William “Palito” Miranda, el Director Artístico del Festival, y al Coordinador General, Gustavo Aquino Navarro, por la invitación que me hicieron llegar para participar como intérprete. También mis felicitaciones a ambos – extensiva al Prof. Mº José Luis Miranda (quien no es pariente de “Palito”), quien como Director del Conservatorio Nacional de Música (CONAMU) públicamente expresó su total apoyo al emprendimiento (que continúa después de 6 años con otro Festival que se realizó en el año 2005), y su compromiso con mantener la continuación en los próximos años de esta gran reunión de amigos, músicos y melómanos del jazz.
El evento, realizado en el Salón de Convenciones del Banco Central del Paraguay el sábado 19 y el domingo 20 de noviembre de 2011, fue patrocinado por el Conservatorio Nacional de Música y la Secretaría Nacional de Cultura, con el objetivo de brindar un espacio de difusión a los músicos paraguayos en este género, y exponer al público las nuevas fusiones de los aires folclóricos paraguayos con el jazz. Fue, entonces, un Festival en gran parte didáctico, de alguna manera.
Los grupos y solistas participantes
1. La Jazz Band de la Policía Nacional (big band)
Después una presentación de rigor de “Palito” Miranda, se presentó la Jazz Band (una “19-piece big-band”, es decir, una gran jazz band compuesta de 19 integrantes) de la Policía Nacional. El público debe entender que hay muy pocas oportunidades en el país de escuchar a una big-band de jazz en vivo. En este caso esta presentación fue una sorpresa, y gratísima, por cierto. Incluso en los EE.UU. no hay muchas big-bands de 19 integrantes. En otras épocas había algunas que sí tenían 5 trompetas y 5 trombones (cuando lo clásico es 4 y 4 de cada grupo), y aquí tienen una guitarra eléctrica incluida en la sección rítmica, además del clásico trío de piano, bajo y batería. La orquesta sonó con una fuerza increíble, con muy buen swing (elemento indispensable en una ejecución de jazz), y con una afinación cristalina. Los arreglos, la mayoría registrados por grandes arregladores para otras big-band originales como, por ejemplo la de Maynard Ferguson, son demandantes técnicamente y la orquesta los tocó con gran ductilidad y soltura. Un arreglo en particular, muy bueno, de Remigio Pereira, fue de “Che Trompo Arasá”, y fue ejecutado con fervor, y así también recibido por el público, además por el contacto con la fibra patriótica de todos. Se lució el Mtro Director Oscar Barreto, quien condujo los arreglos por senderos que nos transportaron y alegraron el alma. Buenos los solistas de la banda (saxo tenor, clarinete, trombón). En fin, un número de nivel y calidad internacional.
2. Carlos Schvartzman (solo de piano)
En mi caso, y dado que mis actividades personales no me permitieron preparar un grupo prolijamente (como es mi quehacer usual en música) y para no sacar tiempo valioso al resto de los músicos, me presenté solo en piano. Hice un medley de dos temas. El primero, un tema emblemático, que, al aparecer por primera vez en la historia en una grabación en 1958, formó parte del hoy en día (probablemente) más famoso y más vendido disco de jazz: “Kind of Blue”. El tema (intenso, introspectivo, algo dramático), suele aparecer en los registros como firmado por Miles Davis como compositor; a veces con la dupla M. Davis y Bill Evans, uno de los dos pianistas de esa histórica grabación; y entre los músicos profesionales internacionales, el tema está directamente atribuido a Evans. El título del tema es “Blue In Green” , y lleva un juego de palabras en inglés: (a) “blue” significa “azul”, pero también al estilo musical de “blues”, es decir, este tema es “un blue”; en música los profesionales se refieren a la expresión “en….tal tonalidad, por ejemplo, Do Mayor, o Fa menor, lo que fuere; en este caso el tema dice luego: “…In” (en) “Green” (sorpresa!), en vez de decir “un Blues en Si Bemol”, dice “un blues (azul) en….verde”. El tema es magnífico y el genio de Bill Evans (con Art Tatum uno de los dos pianistas más completos, más geniales y que más abarcaron la síntesis del jazz en su historia) lo ejecutó innumerables veces en sus grabaciones en vivo y en estudio. A continuación, casi sin pausa, continué con otro gran tema, “Days of Wine and Roses”, también predilecto de Evans. Este tema tiene una estructura de composición perfecta, fue compuesto por el gran compositor de música de películas, de temas de jazz, y virtuoso flautista, Henry Mancini. Esta vuelta no ejecuté todo el tema en “Fa Mayor”, sino que, en homenaje a Bill Evans y tomando su arreglo, en la segunda parte del tema hice una modulación a “La Bemol Mayor” para luego retornar a Fa e iniciar la improvisación. Sin bien un solo de piano que se precie debería ser ejecutado en un piano acústico, legítimamente, asi como en realidad cualquier otro tema de jazz, excepto en fusión (y pido a Palito, José Luis y Gustavo que consideren tener uno para la próxima edición del Festival), felizmente el piano eléctrico me respondió…no así en otro de los participantes (ver más abajo al respecto).
3 Martina Leclerq (cantante)
Martina es una cantante aficionada (lo dijo ella misma), y, con muy buen humor, explicó que agradecía la ocasión de “cantar vestida”, ya que siempre lo hacía “…solo en la ducha…”. Aunque Martina no cuenta con una gran voz, hay que mencionar que tiene mucho swing, carisma, garra, y frasea muy bien. Estuvo acompañada por Giovanni Primerano en piano eléctrico, a quienes se acopló luego Rolando Chaparro en guitarra. Una presentación algo diferente por los temas elegidos y el sonido relativamente más “acústico”.
4 Jazz de Acá (cuarteto de jazz)
Este cuarteto está dirigido por Víctor S. Morel (baterísta), y se formó (¡gran y apreciada idea!) como homenaje a la generación anterior de músicos de jazz del Paraguay. Grabaron un excelente disco compacto, actualmente en venta. El disco contiene exclusivamente composiciones de jazz de músicos paraguayos de jazz. Está formado por Bruno Muñoz en saxo tenor, Giovanni Primerano en piano, Miguel Díaz Antar en contrabajo (quien vive en Brasil y está reemplazado en las actuaciones en vivo por Tato Zilly en bajo eléctrico), y Morel en batería. Bruno fue alumno mío de armonía moderna de jazz aplicada al saxo.
El 4teto suena muy compacto y seguro, ya que vienen entregando estos temas del CD (de los que solo ejecutaron unos pocos) a lo largo de varias ciudades del interior, gira que finalizó hace algunos días con un concierto en el Panteón de los Héroes. Los cuatro son excelentes intérpretes de la nueva camada de músicos jóvenes. Como crítica constructiva les diría que todos los temas suenan con la misma textura, y el esquema de improvisación es siempre igual (saxo, piano, etc.). Mis sugerencias: Diversifiquen la textura harmónica (densa en algunos temas, más transparente y liviana tipo “smooth jazz” en otros, más contrapuntística en otros, etc.); la secuencia y elección de solistas (no siempre tienen que hacer un solo todos los integrantes en todos los temas) sea más variada; Bruno ejecuta muy bien el saxo alto, el soprano y flauta, timbres que no son aprovechados para dar variedad a la textura que mencioné. De todos modos, “Jazz de Acá” representa un aporte excelente al jazz moderno de Paraguay. Me consta que los compositores elegidos para el CD (entre ellos, yo mismo) tienen muchos más temas; de modo que hay lugar de sobra para próximos arreglos y próximos CDs.
5 Ricardo Pellican (guitarra eléctrica)
Como número final en programa, se presentó el guitarrista argentino Ricardo Pellican. Ricardo es un guitarrista de primer nivel, quien ejecuta con preferencia y comodidad en el estilo del llamado “hot jazz”, a veces también “gipsy jazz” (“jazz gitano”), de surgimiento en los años ’30, ’35. Este estilo, se caracteriza por temas en general rápidos, mucho swing, orquestación de una guitarra electro-acústica solista, una guitarra acústica de acompañamiento, un contrabajo, usualmente sin batería. Es algo muy estilístico y que hay que conocer muy bien, y Ricardo es un especialista. En este caso en particular, y como por realidades de horarios, tiempos, aviones, etc., los miembros del cuarteto se pudieron encontrar recién una hora antes de la presentación, tocaron “standards” de jazz, en ese estilo. Los acompañantes fueron el conocido Ronnie Knoller, pianista chileno radicado en Asunción desde 1989 aproximadamente. Ronnie es un gran conocedor de temas standards de jazz (probablemente alrededor de 500), que los puede tocar sin preparar nada. Formó parte de varios grupos míos desde 1996 aproximadamente, y yo de grupos suyos pero ejecutando a veces teclado, a veces bajo eléctrico, a veces guitarra. El bajo eléctrico fue comandado por Ariel Burgos, músico ya de larga trayectoria en Asunción, trabajó en Singapur un año (o más, creo). Fue contrabajista de la OSCA, de la Orquesta UNINORTE, y bajista eléctrico de muchos grupos de fusión. El baterista, una nueva “adquisición” para la comunidad jazzística de Asunción: Sebastián Ramírez, quien me dicen que estudió cuatro años en el instituto de música moderna dirigido por ex alumnos del Berklee Collage of Music de Boston en Buenos Aires (entre ellos, el nieto del gran Astor Piazzolla y baterista del grupo “Escalandrum” que estuvo en Asunción ya dos veces), “Pipi” Piazzolla. Sebastián es un muy buen baterista y, felizmente, con un estilo propio y diferente al de Víctor Morel, de los jóvenes.
Lamentablemente el sonido tuvo fallas…el piano eléctrico al inicio tenía un volumen ensordecedor y la guitarra de Ricardo era difícil de escuchar; luego el piano bajo mucho; después de alguna manera el piano adquirió un aporte (indeseable) de “chorus”, y finalmente el pedal no funcionaba correctamente.
Aún así, Ricardo entregó toda su maestría y arte en guitarra “hot jazz” y los temas elegidos (“standards”), son siempre una garantía de muy buena música (de allí lo de “standards”). El acompañamiento estuvo en su lugar, como es de esperarse.
El concierto finalizó con lo que ya es un clásico en estos Festivales, una “jam” session a la cual se adhirieron Palito en saxo alto, Costita en saxo tenor, Dani Cortazar en guitarra, Ariel Burgos en bajo eléctrico, y Sebastián Ramirez en batería.
Y esto es todo por hoy, en cuanto a lo escuchado y visto el sábado 19 de noviembre de 2011 en el Salón de Convenciones del Banco Central del Paraguay.
Mi crónica continuará en unos días con la segunda parte del Festival, del día domingo 20 de noviembre.
Resumen
Un GRAN festival en el que se escuchó legítimo jazz y legítimas y representativas fusiones de jazz con otros elementos de música nacional de Paraguay, Brasil, Cuba, etc... Mis felicitaciones a todos los participantes.